Tal actividad artesana era compartida con la no menos buena y extendida costumbre de hacer en el horno de leña asados de cordero, piezas de caza, cochinillo, así como la cocción de una amplia y variada repostería popular.
Continuando con esta tradición, el Horno de Víznar ha sabido aunar los conocimientos y maestría en las artes culinarias del asado con la calidad de sus productos y su cuidado servicio, logrando un particular sabor y ambiente en esta antigua panadería.