ENTORNO
Descubre Víznar
Un rincón único en la Sierra de Huétor.
HORNO DE VIZNAR
Víznar: Un Pueblo con Historia y Encanto
A tan solo 6 kilómetros de Granada, Víznar es un lugar que respira historia y autenticidad. Situado en la Comarca de la Vega, este pueblo andaluz nació alrededor de la conducción de las aguas de la Fuente de Aynadamar al Albaicín granadino. Sus paisajes, parte del Parque Natural de Sierra de Huétor, invitan a perderse entre montes bajos y senderos que nos conectan con la naturaleza en estado puro.
Con su núcleo urbano a 1080 metros de altitud, Víznar disfruta de un microclima especial, con veranos frescos que convierten cada visita en una experiencia agradable y revitalizante. Entre su patrimonio cultural, destacan el Palacio e Iglesia del Cuzco, declarados Bien de Interés Cultural, y la histórica Acequia de Aynadamar, que data del siglo XI, un vestigio de la arquitectura hidráulica árabe que aún sigue fascinando a quienes la visitan.
Un Vínculo Profundo con el Horno de Víznar
El Horno de Víznar no es solo un restaurante en este entorno; es una extensión de su esencia. Desde hace más de cuarenta años, nuestro restaurante honra la tradición de la cocina al horno de leña, una práctica que refleja el espíritu de este pueblo. Como las viejas tahonas de antaño, nuestro horno moruno centenario sigue activo, cocinando lentamente cada plato con leña de olivo y chopo, impregnando a nuestras recetas del auténtico sabor de la tierra.
Para los que visitan Víznar:
Plazas y calles del pueblo llenas de historia, la Ermita de Fátima, el Molino de la Venta y otros molinos harineros. Cada rincón es una muestra de la vida rural tradicional, donde la calma y la belleza se entrelazan en cada esquina.
Desde el balcón natural de la calle Reina Sofía en Las Eras Altas o desde la Avenida de Murcia, las vistas de la comarca se despliegan como un cuadro, una invitación a contemplar el paisaje que inspira nuestra cocina.
Un Encuentro de Sabores y Paisajes
En el Horno de Víznar, cada plato cuenta la historia de este lugar. Desde las hortalizas frescas que vienen de los bancales locales hasta el cochinillo y cordero asados con el mismo respeto por la tradición, nuestra cocina es un reflejo de Víznar.
Comer aquí no es solo disfrutar de una comida excepcional; es conectarse con el corazón de un pueblo que mantiene vivas sus raíces.
